Termina en este día el final del período que se suponía iba a ser irreversible.
Los acontecimientos desbordaron las promesas y los compromisos adquiridos.
Otros tomaron las riendas de lo que siempre debió ser nuestro mundo y nuestras cosas,
y en base a ello hoy toca el regreso, regreso que no será fácil y no será triunfante, ni alegre, ni luminoso. Tu realidad y tu mundo te pertenecen y se debe respetar, pero hay algo que se debe tener siempre en cuenta y son las otras realidades y los otros mundos cuando uno asume responsabilidades comunes. Traté de ayudarte a entenderte y adaptarme a tus necesidades, pero poco a poco estas nos fueron alejando el uno del otro. Elegiste el camino que creíste más acertado aunque ello suponía alejarnos y eso nos sumió en otra realidad aun más dura - la de nuestra incomunicación- se suponía que este regreso decidido por ti, iba ser el regreso triúnfate de los dos, pero ya ves regreso solo y sin la mínima esperanza de saber si podrás o querrás cumplir algo de lo acordado, son tus realidades María.
Nunca hice tal entrega de mi vida a un amor. A unas promesas y a unas palabras que sonaban a melodías celestiales, pero loco de amor y de ganas de estar junto a ti, me llevaron a dar este paso, que hoy aunque no quiera se me antoja triste y duro sin tu presencia.
Esta es la realidad –nuestra realidad- al día de hoy, en tus manos vuelve a estar el futuro, si es que existe futuro, es una lástima, pero este es el final de nuestra primera etapa juntos, etapa llena de luces pero también nubarrones que presagian grandes incógnitas aun por despejar.
A pesar de todo cariño sigo diciéndote que mi alma te llama y que sigo sintiendo la necesidad de tu presencia.
Suerte en tus decisiones y en la resolución de tus incógnitas
Quatretonda 2-08-2011
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