domingo, 3 de julio de 2011

EL REGALO DE ROSA MARÍA MARTINÓN

A.Padrón


OTESNITA
Cuando ya comenzaba seriamente
a no pedirle vida a la esperanza,
llegó con un fervor casi de adolescencia.
Sus ojos penetraron en mi asombro
Como un duro relámpago
desatando de súbito
En mis sueños más solos e indefensos.
Nunca contemplé un rostro
tan hecho de silencio y de ternura.
Y el aroma maduro de los frutos
y el soplo indescicifrable
que deja el agua clara entre las brisas,
Se juntaban naciendo de sus labios.
Su cuerpo era de vuelo y de inocencia,
alas que me entregaban
el júbilo encendido de las flores.
Pasaron noches, olas, estaciones, y un día,
del fulgor del azar,
surgió entre las palabras una palabra nueva:
Otesnita…..y le dije otra vez: Otesnita.
Un deslumbrado amor la iba invadiendo,
se refugió en sus ojos,
abrió el cielo en su risa
y reimos,reimos
como sólo se atreven
los niños, o los que aman esta vida,
pues al instante supo
que sería su nombre para siempre.
Justo Jorge Padrón
Gáldar 3-7-2011

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